19 julio 2014

Schubert pasado de rosca



Las seis piezas que forman parte de los Moments musicaux D. 780 no fueron concebidas por Schubert como un conjunto, sino que fueron compuestas a lo largo de varios años y agrupadas en 1828 por el editor, Marcus Leidesdorf, que fue quien las bautizó, en un francés macarrónico, como Momens musicales. Quizá es por esto que las piezas son bastante variadas en carácter, desde los contemplativos Moments nº 2 en La bemol Mayor y nº 6 también en La bemol Mayor hasta el pseudo-bachiano comienzo del nº 4 en do sostenido menor.

Las piezas no sólo son variadas en carácter sino también en estilo, que va desde la simpleza sin grandes pretensiones del famoso moment nº 3 en fa menor, a la audacia de la otra pieza en fa menor del conjunto, la número cinco, mucho menos conocida que la anterior:




En este Allegro vivace de apenas 111 compases de duración Schubert realiza un fascinante viaje armónico. Echemos un vistazo a dónde nos lleva ese viaje.

Schubert nos conduce a través de las siguientes tonalidades, algunas de ellas vagamente sugeridas, pero necesarias para comprender pasos sucesivos:

fa m
do m
Re♭M
fa m
si♭ m
si m
do m
la♭ m/
Do♭ M
la m/
Do M
fa m
Sol♭ M
fa m
Fa M
Como puedes observar debido a la constante y lejana progresión modulatoria Schubert necesita enarmonizar hasta en dos ocasiones.


¡Y benditas enarmonizaciones!, ya que de no haberlas realizado la secuencia de tonalidades sería una auténtica locura:


fa m
do m
Re♭ M
fa m
si♭ m
do♭ m
re♭ m
si♭ m/Re♭ M
do♭ m/Mi♭ M
La♭ m
Si♭ M
la♭ m
La♭ M
!!!!!





*


**




Los asteriscos muestran donde se producían las enarmonizaciones originalmente


De esta manera la tonalidad final sería La♭♭♭♭ M [La cuádruple bemol (!) Mayor]

¿Te imaginas un final así?


Y es que la inmensa mayoría de las modulaciones están realizadas en la misma dirección: en dirección hacia los bemoles, lo que nos lleva a recorrer el círculo de quintas por completo ¡no una sino dos veces! en el transcurso de esta breve pieza. De ahí que sea necesario realizar las dos enarmonizaciones comentadas anteriormente.

Para verlo más claro echemos un vistazo a la secuencia de tonalidades dentro del círculo de quintas:

Modulaciones hacia los bemoles en linea contínua
Modulaciones hacia los sostenidos en linea discontínua



Si bien Boehm y Beethoven realizaron osados recorridos por el círculo de quintas, esta miniatura de Schubert los supera con creces. Nos encontramos ante un vertiginoso (y virtuoso) carrusel de modulaciones que transcurre en apenas un par de minutos (¡un minuto si no contamos las repeticiones!).

¡Abróchate el cinturón y disfruta del viaje!