Lewis Baltz, Corona Del Mar, 1971.
Si entendemos el minimalismo como la reducción de medios hasta su mínima expresión, el siguiente lied sería el mejor ejemplo de minimalismo melódico.
La voz permanece estática durante toda la obra en un interminable si, que únicamente es alterado por el ritmo del texto. Por debajo, la armonía romántica colorea el si de la voz, de manera que una misma nota en diferentes contextos (esto es, diferentes armonizaciones) adquiere diferentes colores y diferente expresión.
Tanto la música como el texto son obra de Peter Cornelius (1824-1874) y
pertenecen a su opus 3, una colección de seis lieder titulados genéricamente Trauer
und Trost (Aflicción y consuelo), compuestos en 1854. Este lied es el tercero de la colección y
se titula, muy apropiadamente, Ein ton (Un sonido)
Mir klingt ein Ton so
wunderbar
In Herz und Sinnen
immerdar.
Ist es der Hauch, der dir
entschwebt,
Als einmal noch dein Mund
gebebt?
Ist es des Glöckleins
trüber Klang,
Der dir gefolgt den Weg
entlang?
Mir klingt der Ton so voll
und rein,
Als schlöß er deine Seele
ein.
Als stiegest liebend nieder
du
Und sängest meinen Schmerz
in Ruh.
Suena un sonido tan maravilloso
Por siempre en mi corazón y en mis pensamientos
Por siempre en mi corazón y en mis pensamientos
¿Es el aliento que te eleva,
como todavía una vez sacudido en tu boca?
como todavía una vez sacudido en tu boca?
¿Es el sonido apagado de las campanillas
Que te han seguido a lo
largo del camino?
Suena el sonido, tan pleno y puro
Suena el sonido, tan pleno y puro
Como
encerrado en tu alma
Como con amor y anhelo profundo
y cantabas mi amargo dolor en paz.
y cantabas mi amargo dolor en paz.