Las piezas no sólo son variadas en carácter sino también en estilo, que
va desde la simpleza sin grandes pretensiones del famoso moment nº 3 en fa menor, a la audacia de la otra pieza en fa menor del conjunto, la número
cinco, mucho menos conocida que la anterior:
En este Allegro vivace de apenas 111 compases de duración
Schubert realiza un fascinante viaje armónico. Echemos un vistazo a dónde nos
lleva ese viaje.
Schubert nos conduce a través de
las siguientes tonalidades, algunas de ellas vagamente sugeridas, pero
necesarias para comprender pasos sucesivos:
fa m
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do m
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Re♭M
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fa m
|
si♭ m
|
si m
|
do m
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la♭ m/
Do♭ M
|
la m/
Do M
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fa m
|
Sol♭ M
|
fa m
|
Fa M
|
Como puedes observar debido a la
constante y lejana progresión modulatoria Schubert necesita enarmonizar hasta
en dos ocasiones.
¡Y benditas enarmonizaciones!, ya
que de no haberlas realizado la secuencia de tonalidades sería una auténtica
locura:
fa m
|
do m
|
Re♭ M
|
fa m
|
si♭ m
|
do♭ m
|
re♭♭ m
|
si♭♭♭ m/Re♭♭♭ M
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do♭♭♭ m/Mi♭♭♭♭ M
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La♭♭♭♭ m
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Si♭♭♭♭♭ M
|
la♭♭♭♭ m
|
La♭♭♭♭ M
!!!!!
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*
|
**
|
Los asteriscos muestran donde se producían las enarmonizaciones
originalmente
De esta manera la tonalidad final
sería La♭♭♭♭ M [La cuádruple bemol (!) Mayor]
Y es que la inmensa mayoría de las
modulaciones están realizadas en la misma dirección: en dirección hacia los
bemoles, lo que nos lleva a recorrer el círculo de quintas por completo ¡no
una sino dos veces! en el transcurso de esta breve pieza. De ahí que sea necesario realizar las dos enarmonizaciones comentadas anteriormente.
Para verlo más claro echemos un
vistazo a la secuencia de tonalidades dentro del círculo de quintas:
Modulaciones hacia los bemoles en linea contínua Modulaciones hacia los sostenidos en linea discontínua |
Si bien Boehm y Beethoven
realizaron osados recorridos por el círculo de quintas, esta miniatura de
Schubert los supera con creces. Nos encontramos ante un vertiginoso (y
virtuoso) carrusel de modulaciones que transcurre en apenas un par de minutos (¡un minuto si no contamos las repeticiones!).
¡Abróchate el cinturón y disfruta
del viaje!