Los textos podados se obtienen mediante la
supresión de ciertos elementos de un texto preexistente. La poda puede
consistir en la eliminación de letras, palabras o incluso líneas completas. Los
más populares son los poemas que ocultan una doble lectura si suprimimos
algunos de sus elementos, como por ejemplo todos los segundos hemistiquios, o
los versos pares de cada estrofa, algo así como “leer entre líneas”.
En una comedia de Tirso de Molina, por
ejemplo, se incluye una carta en verso, la cual tiene dos lecturas totalmente
diferentes según si se la lee de corrido, o si se la “poda”
Véase:
Aunque amante - me juzguéis
de otro gusto - y como ingrato
me presumáis - todo olvido
yo soy vuestro - y no os
agravio.
El rey suspira - Isabela,
celoso - como indignado
porque ignora - que disculpa
mis desvelos - amor casto.
No os asombre - vengativo
cuando sepa - que en su estado
Don Ordoño - favorece
el amor nuestro - Don Sancho.
etc.
Pero si leemos solo los primeros hemistiquios
de cada verso descubrimos algo bien diferente:
Aunque amante de otro gusto
me presumáis, yo soy vuestro.
El rey suspira celoso
porque ignora mis desvelos.
No os asombre cuando sepa
Don Ordoño, el amor nuestro,
etc.
Los textos podados aparecen en al menos dos
obras de Les Luthiers: la “Serenata mariachi” y “Una canción regia”, aunque en
ellas se ha aplicado una suerte de inversa del mecanismo de supresión, esto es,
en primer lugar se cantan los versos ya podados para luego volverlos a
intercalar y así integrar un texto completo, del que se supone emanaron los
primeros.
Nuñez Cortés añade una nota aclaratoria:
Mi compañero Carlos Puccio, en ocasión de
mostrarle el manuscrito de este libro, se manifestó en desacuerdo de incluir
“Una canción regia” como ejemplo de texto podado y me escribió diciendo: “Me
parece que has hecho un esfuerzo para 'encajar' al canon en el rubro 'Textos
podados'. Yo creo que esa canción responde a un modelo único, porque su
particularidad es que la parte 'podada' en la primera versión que se escucha no
es sino... ¡el mismo texto!, y además va incluido íntegramente. Esto le da una
singularidad absoluta. Creo que el mecanismo de humor es solo pariente del de
un texto (ante)podado. Tal vez un grupo especial, donde A=B, pero además con un
'Delta T' (diferencia de tiempo) medio variable”.
Efectivamente, en Una canción regia el hecho de efectuar la canción original en forma de canon, esto es, repitiendo lo mismo más tarde, es lo que origina los divertidos juegos de palabras. Obviamente al escribir la canción original hay que tener esto en cuenta para que posteriormente las voces suenen en armonía. Pero además, en este caso nos interesa escuchar bien los textos de ambas voces. Para lograr tal efecto las frases de la canción primigenia acaban en notas largas o silencios que dejarán espacio para poder intercalar los versos de la voz canónica dando lugar a los cómicos equívocos.
Lo que tanto Nuñez como Puccio no nos cuentan es que Mastropiero estaba contibruyendo a un género con siglos de historia: El catch
En términos generales un catch
es un canon con texto humorístico. El género se cultivó especialmente en
Inglaterra desde finales del siglo XVI hasta comienzos del XIX. El canto de catches floreció en las tabernas a mediados del XVII y llegaron a
formarse clubs dedicados al género como el Noblemen and
Gentlemen’s Catch Club de Londres o el Canterbury Catch Club, que incluso organizaban certámenes de
composición que premiaban a los mejores autores.
La temática solía ser reflejo de
su origen tabernario: bebida, tabaco, precariedad del servicio y especialmente
“sexo en sus más ridículas y menos mencionables formas”.
[1]Johnson, David. “Catch”. En The New Grove Dictionary of Music and Musicians
Entre los autores de catches
encontramos desde célebres compositores como Henry Purcell hasta serios
teóricos como John Calcott, a quien en este blog ya conocemos por ser el autor del tratado que menciona por vez primera los términos sexta francesa y sexta alemana.
Pues bien, aunque en la mayoría de casos los
textos ya son de por sí humorísticos, existe un tipo especial, conocido en
ocasiones como catch diagonal, en los que, al igual que ocurre con el canon de
Mastropiero, la pieza esconde un significado oculto que solo es revelado cuando
hacen su entrada la diversas voces.
Aunque en un comienzo solo se escribía la melodía completa con indicaciones de las diversas entradas, posteriormente se comenzaron a escribir de tal forma que reflejase la manera de ser interpretados. Así, se transcribía la primera entrada completa y cuando se producía la siguiente entrada se transcribía justo debajo de la primera y en el mismo sistema, y así sucesivamente.
Aunque en un comienzo solo se escribía la melodía completa con indicaciones de las diversas entradas, posteriormente se comenzaron a escribir de tal forma que reflejase la manera de ser interpretados. Así, se transcribía la primera entrada completa y cuando se producía la siguiente entrada se transcribía justo debajo de la primera y en el mismo sistema, y así sucesivamente.
Al estar notado de esta manera no solo se puede verificar fácilmente la armonía del conjunto sino que además, si leemos en diagonal (de ahí el nombre) se revelará el significado oculto que los oyentes solo conocerán al oír todas las voces juntas.
El honorable señor Callcott haciendo uso de la polisemia de la palabra prick (pinchazo). Cuando escuchamos a little prick / between her thighs prick adquiere su segunda acepción |
When
e’er my Dame a hedging goes
She
gets a little prick between her toes
And
then, Alas, She loudly cries
For
the anguish spreads above her tighs
While
ev’ry remedy I can obtain
Is
not enough toe ase her pain
|
Siempre
que mi señora pasa por el seto (???)
Se
clava algo entre los dedos de los pies
Y
luego, ay, ella grita en voz alta
Porque
los tormentos se extienden por sus muslos
Cualquier
remedio que consigo
No
es suficiente para aliviar su dolor
|
Al igual que con el canon de Mastropiero, la introducción de silencios en la melodía original es la clave para que el mensaje oculto se ponga de manifiesto, aunque en ocasiones los autores indican que la sección que incluye los silencios, y por tanto también el significado oculto, se cante solo cuando todas las voces están ya actuando.
John King, rey de la metáfora elegante let me touch / the mossy fount / no,no, no, no |
Nymph,
to my suit
propitious
prove
Oh
let me touch thy heart with love
Absent
from thee the verdant field,
the
mossy fount no pleasure yield
No
words can tell how much I love
then,
gentle maid,
propitious
prove.
|
Ninfa,
a mi petición (de mano)
resulta
propicia
Oh,
déjame tocar tu corazón con amor
Ausente
de ti, el campo verde,
la
musgosa fuente no me produce placer
Ninguna
palabra puede decir cuánto amo
entonces,
dulce doncella,
resulta propicia.
|
Otro del amigo King. El apócope de Country da lugar a Count- que suena como cunt A rough cunt / let's feel it / excuse me for that Una virtuosa grosería merecedora de un premio, por lo visto Todos los ejemplos están tomados de la recopilación de Thomas Warren A Collection of Catches, Canons and Glees |
A diferencia de una parte de las obras de Les
Luthiers, que se basan en la parodia de un género no cómico per se como el oratorio o la ópera, en este caso el modelo es humorístico en origen, y lo que
hace el grupo argentino es teatralizarlo: la realización de la melodía como un
canon es un resultado de la trama del sketch.
La idea de cantar un canon cuya melodía solo conoce una persona de esta manera, es decir con la voz que entra en segundo lugar simplemente escuchando y repitiendo lo que oye, puede parecer un poco loca pero es posible. Y no solo eso, ¡la primera persona puede estar improvisando la melodía in situ! Peter Schubert tiene un par de vídeos excelentes explicando cómo se puede hacer.
La idea de cantar un canon cuya melodía solo conoce una persona de esta manera, es decir con la voz que entra en segundo lugar simplemente escuchando y repitiendo lo que oye, puede parecer un poco loca pero es posible. Y no solo eso, ¡la primera persona puede estar improvisando la melodía in situ! Peter Schubert tiene un par de vídeos excelentes explicando cómo se puede hacer.
Cabe preguntarse si Les Luthiers
conocían la existencia de este repertorio o si por el contrario llegaron a esta
idea de casualidad. Por desgracia la autobiografía de Mastropiero no nos ayudará
demasiado...